jueves, 6 de junio de 2013



EN VIVO Y EN DIRECTO ...PARA LOS QUE NO PUDISTEIS VENIR

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace ya unas dos semanas pude asistir a la sesión práctica en la que Cuca realizaba una obra ante el público que estábamos allí reunidos, expectantes de lo que iba a suceder. La verdad, es que para mí, fue una experiencia impresionante. De hecho desde entonces, me ha venido la experiencia vivida durante esa ¿hora?, con mucha frecuencia. En un principio sólo podía quedarme media hora, sin embargo, anulé todo lo que tenía a continuación, porque no podía irme sin ver el resultado de lo que estaba aconteciendo. Como estaba sentada en una fila intermedia y había una pantalla lateral en la que se proyectaba lo que Cuca iba creando, podía mirar de vez en cuando las caras de las otras personas, y me daba cuenta que estaban como hipnotizadas. Y sí, Cuca fue capaz de crear una especie de hipnosis colectiva. Como psicóloga, me preguntaba qué estaba sucediendo, yo podía sentir los efectos, ¡no me podía marchar! Y aunque no soy buena escribiendo, al menos anotaré algunas pinceladas. Estábamos presenciando todo un proceso creativo, le acompañábamos a la vez que éramos testigos de un parto: de un lienzo, que se abandonaba a sus manos, iban surgiendo manchas, trazos, pinceladas, colores, sin sentido alguno ¡aparente!, claro. Nadie sabía que iba a salir, ni ella misma. Desde luego, que se arriesgó, y además nos lo dijo: voy a disfrutar y si no sale bien…al menos habré disfrutado. Y el disfrutar con desapego del resultado, propio de los niños, es un requisito importante para que se produzcan las conocidas experiencias de Flow, que cada vez están más de moda. Flow es fluir, fluir con la vida, fluir con lo mejor de uno mismo, fluir con lo que el presente me trae. Corresponde a un estado mental óptimo en el que la persona tiene una actuación que expresa la excelencia de su capacidad. En este estado la persona se siente profundamente implicada y centrada en lo que está haciendo, percibiendo un equilibrio positivo entre el nivel de desafío, la complejidad de la tarea y sus propias capacidades. Otro requisito importante es poner toda tu atención en lo que “estás”. Cuca estaba absorta en su obra y nos puso a todos en esa dirección: todos absortos en su obra, con toda nuestra atención focalizada hacia el lienzo que iba cobrando color. También sabemos, que en la medida que focalizamos nuestra atención hacia los estímulos externos, se producen unos cambios de ciertas zonas cerebrales, que nos llevan a un estado de serenidad mental.
En definitiva, y por no alargarme más, creo que este tipo de experiencias deberían proponerse más a menudo porque enriquecen la vida de las personas que las experimentan y aún iría más lejos: deberíamos de incluirlas como aprendizaje en las aulas ya que fue un despliegue por parte de Cuca de cómo hay que afrontar las diferentes situaciones de la vida: con confianza en uno mismo, asumiendo retos, tolerando la incertidumbre, con desapego del resultado, centrado en las fortalezas del “ser” más que en la imagen del ego, poniendo lo mejor de sí misma y disfrutando con los elementos: agua, pinceles, colores y lienzo. Todos podéis admirar el fruto del “parto”, ¡es precioso! Así que Cuca: gracias por esta experiencia que espero se repita más a menudo y mi más sincera ¡ENHORABUENA!